
Y no puedo yo extrañarme bastante de que, mientras los ansiosos de expresarse bien eligen un orador con el fin de imitar su elocuencia, mientras los que escrutan medidas y números siguen a un maestro de la materia elegida, mientras los entregados al estudio del baile y la música buscan con gran exigencia un experto modulador de la dicción y del canto así como quien les instruya en el movimiento del cuerpo, o mientras quienes quieren levantar una casa llaman a obreros y arquitectos, y a diestros timoneles quienes confían al mar sus barcos, y a duchos en armas y soldados los que urden guerras,y -por no citar todas las cosas una a una-mientras cualquiera echa mano del guía más preparado para la actividad que quiere emprender, mientras cada uno, en fin, se procura de entre el círculo de los sabios al educador de su carácter y preceptor de su conducta, mientras todo esto es así, sólo la labranza -que sin duda está cerca de la sabiduría, y aún diríamos que es hermana suya- anda necesitada tanto de aprendices como de maestros.
*Prefacio de Res rustica(La Labranza) de Lucio Junio Moderato Columela.
(Introducción, traducción y notas de José Ignacio García Armendáriz para la editorial Gredos)
La Trilogía Magistral de los Tratados de Agronomía
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